viernes, 12 de febrero de 2010

Alma recogida.


Dibujo sobre la generación reglada de los hiperboloides de una hoja.

[...] Hay una voz secreta, un dulce canto,
que el alma sólo recogida entiende;
un sentimiento misterioso y santo,
que del barro al espíritu desprende:
agreste, vago y solitario encanto
que en inefable amor el alma enciende,
volando tras la imagen peregrina
el corazón de su ilusión divina. [...]