martes, 21 de febrero de 2012

Perfectas en Arquitectura.

Cosas conocidas desde hace mucho:

El hiperboloide de una hoja, hecho de hormigón armado con las dos familas de rectas que lo generan, es una superficie que permite un doble pretensado del hormigón según las direcciones de sus dos familias de rectas, dándole una fuerza a la estructura del contorno que evita el peligro de fisura bajo la acción de la presión hidráulica del agua. Las centrales nucleares cuentan con torres de refrigeración, que son estos hiperboloides, a través de las cuales escapa el vapor que se produce cuando se refrigera el reactor. La forma obedece a esa razón estructural; y permite construir estas estructuras tan grandes (a veces de 50 m de diámetro y 200m de altura) con menos material y soportar el viento sin tener muros tan gruesos o tan reforzados. Esto se consigue convirtiendo parte de la carga vertical del peso de la torre en una compresión a lo ancho de la misma, que contribuye a la rigidez de la estructura.

El paraboloide hiperbólico es la estructura bidimensional que mejor resiste los esfuerzos de presión-tensión. Es un sistema físico en estado de mínima energía. La forma del paraboloide hiperbólico minimiza la deformación de la superficie cuando, debido a cambios por temperatura o por carga, sufre esfuerzos de presión-tensión; minimiza la deformación que ha de sufrir por las tensiones.

Además, tanto el hiperboloide de una hoja como el paraboloide hiperbólico son superficies cercanas a tener curvatura media nula; o sea, cercanas a ser superficies de área mínima, con lo cual, además de las propiedades estructurales, tienen la amabilidad de ser construibles minimizando el gasto en material.

Y a la postre, observamos que el fémur humano es un hiperboloide de una hoja formando la columna en movimiento que soporta el peso de la persona.

Perfectas en Arquitectura.