Acudí a la siguiente escenificación para ilustrar uno de los mayores errores:
¡El Papa soy yo!
Voy a demostrar la anterior aseveración. Empiezo considerando la siguiente igualdad
x=y.
Multiplico ambos miembros de la igualdad por x,
x²=xy.
Resto y² a ambos miembros de la igualdad,
x²-y²=xy-y².
Suma por diferencia es la diferencia de cuadrados, y saco factor común,
(x+y)(x-y)=y(x-y).
Simplifico los factores iguales de ambos lados de la igualdad,
(x+y)=y.
Pero, x=y, así que
2y=y.
Luego
2=1.
Además, el Papa y yo somos dos; pero, yo soy uno. Por tanto como dos es igual a uno: el Papa soy yo.