sábado, 26 de enero de 2008

Ego sum Papa.

Acudí a la siguiente escenificación para ilustrar uno de los mayores errores:

¡El Papa soy yo!

Voy a demostrar la anterior aseveración. Empiezo considerando la siguiente igualdad

x=y.

Multiplico ambos miembros de la igualdad por x,

x²=xy.

Resto y² a ambos miembros de la igualdad,

x²-y²=xy-y².

Suma por diferencia es la diferencia de cuadrados, y saco factor común,

(x+y)(x-y)=y(x-y).

Simplifico los factores iguales de ambos lados de la igualdad,

(x+y)=y.

Pero, x=y, así que

2y=y.

Luego

2=1.

Además, el Papa y yo somos dos; pero, yo soy uno. Por tanto como dos es igual a uno: el Papa soy yo.